Tengo preparada una pared,
enorme,
pintada con letras para unir.
Y otra enfrente.
Las letras son grandes,
en relieve,
montadas con la intención
de dañar o acariciar.
Y otra enfrente.
Me apasiona mirarlas,
unir las letras en mi mente,
hacerlas de color destacables.
Arrancarlas,
devorarlas,
encerrarlas.
Y otra pared enfrente.
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Dice la Gestalt que, a veces, por muchas razones; las paredes y los muros que observamos delante nuestra, son sólo producto de nuestra imaginación, percepciones alteradas de la realidad como método de defensa... Paredes que sólo están en nuestras cabezas e impiden llegar a donde sabemos que podemos llegar con sólo un ápice de valor y esfuerzo...
ResponderEliminarNo sé cómo son estas paredes de las que hablas, pero me acordé de esta teoría y te la conté... sin más.
maria: gracias por la dosis de gestalt, es muy aconsejable seguir esta teoría.
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