En una ventana Pili observa.
Mili quizá no quiera,
pero también ella observa.
Pili camina hacia la puerta.
Mili parece que no le apetece salir hoy,
pero Mili al final va hacia la puerta.
Pili se sienta en el sofá.
Mili por el contrario quiere ir a jugar,
pero tambien hoy se sienta con ella.
Pili explica a sus amigas que tiene una hermana siamesa.
Mili no quiere, no acepta,
pero observa a las demás mientras escucha.
jueves, 12 de febrero de 2009
FRIO
Me alimento de las escenas que no crecen
Esas de huecos y rincones vacios.
Las que de oscuras sombras viven,
las que de calor desesperan.
Me alimento de las escenas que no crecen
Esas de huecos y rincones vacios.
Las que de oscuras sombras viven,
las que de calor desesperan.
Me alimento de las escenas que no crecen
martes, 10 de febrero de 2009
Perdidos en el Atlas
Marrakech se ilumina pronto de colores, la luz irrumpe temprano en los huecos que olvidaron tapar los buscavidas de la medina; y se llena de sensaciones, de sensaciones de verdad, puras, reales, de una marea humana con demasiado oleaje, que acapara la atención del viajero por encima de la misma 'Koutobia'.
Allí trabajan a su manera tanto ancianos como niños, entretenidos para ganarse o buscarse su taza de caldo (a ser posible caliente) de cada día.
Después están los que titubean con sus pasos primerizos y caidas constantes; los que se rien de 'playestechions' y teléfonos móviles haciéndose una pelota con cinta de embalar que cogieron de 'yonosedónde', y entre pelotazo y pelotazo te arrancan una moneda sonriendote a mellada limpia.
Esto puede ser muy a groso modo la vida en La Medina, un engrudo en el que falta harina y sobra ingenio,el embudo perfecto en el que coches, mobylettes, bicis y personas se frotan casi literalmente porque el tiempo corre, haciendo una fotografía de estrés y ojos en la nuca.
Cada vez que viajo me siento menos importante y más escritor
Allí trabajan a su manera tanto ancianos como niños, entretenidos para ganarse o buscarse su taza de caldo (a ser posible caliente) de cada día.
Después están los que titubean con sus pasos primerizos y caidas constantes; los que se rien de 'playestechions' y teléfonos móviles haciéndose una pelota con cinta de embalar que cogieron de 'yonosedónde', y entre pelotazo y pelotazo te arrancan una moneda sonriendote a mellada limpia.
Esto puede ser muy a groso modo la vida en La Medina, un engrudo en el que falta harina y sobra ingenio,el embudo perfecto en el que coches, mobylettes, bicis y personas se frotan casi literalmente porque el tiempo corre, haciendo una fotografía de estrés y ojos en la nuca.
Cada vez que viajo me siento menos importante y más escritor
jueves, 5 de febrero de 2009
Young
La adolescencia te hace peligrosa,
tu química no me dá respiro alguno
y yo...
me veo inadecuado.
Entras y sales con figura no acabada,
con vinculos hacia la inocencia.
No soporto la idea de lo efímero,
de lo incapaz que se nos volverá el tiempo.
Mi vida se hace sinvivir y tú,
te alegras del momento que te dá experiencia.
A veces, escaparía con tu cabello en mi mano.
No sé si corriendo o tumbado al otro lado.
tu química no me dá respiro alguno
y yo...
me veo inadecuado.
Entras y sales con figura no acabada,
con vinculos hacia la inocencia.
No soporto la idea de lo efímero,
de lo incapaz que se nos volverá el tiempo.
Mi vida se hace sinvivir y tú,
te alegras del momento que te dá experiencia.
A veces, escaparía con tu cabello en mi mano.
No sé si corriendo o tumbado al otro lado.
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